Eres hijo/a
La división celular que se produjo para que tú nacieras, es totalmente al 50% de la información genética de tu padre y de tu madre. No elijas, eres la mitad de ambos.
Cuando elegimos entre papa o mama, estamos mutilando parte de nuestro ser. Dejamos de ser completos.
De papa recibimos el 50 % de lo que somos, eso lo incluye todo. No solo la parte física, o biológica. Si no una parte de nuestro ser profundo. Tomando al padre tomamos la fuerza de la vida. El desarrollo de nuestro éxito en los proyectos, la conexión con el mundo y lo externo, la presencia y la realidad de la vida en todas sus facetas, el poder de la acción y ejecución.
De nuestra madre recibimos el contacto interno, la capacidad de conexión interna con nuestras necesidades. Con mama aprendemos a escucharnos, con papa a poner en acción aquello que necesitamos de lo que hemos escuchado.
La madre nos acerca al amor, la gratitud y la relación con el tiempo y sus ritmos.
Todo lo que nos aportan son opuestos complementarios y totalmente necesarios lo uno con lo otro.
Por lo tanto fuera como fuera, hubo una unión entre dos que desarrollo nuestra vida. Y ahora ya de adultos podemos decidir mirar a nuestros padres y renunciar a la elección que hicimos. Para así, también completarnos como el resultado genético de dos que creo mi vida. Mis células se dividieron a través de su unión y no se plantearon la elección, simplemente hicieron su función, dividiéndose para construir el ser que soy hoy.
Tu función hoy es vivir más allá de lo que paso o fue. Vive completo, vive integrando de forma amorosa y agradecida a quienes te dieron la vida.
Tus padres.